¿Y si cada gran amor tuviera una lección que cambiaría tu vida para siempre? La teoría de los tres amores no es un concepto científico, pero resuena con miles de personas alrededor del mundo por su carga emocional y sentido introspectivo. Se dice que todos pasamos por tres grandes amores, cada uno con una función distinta en nuestro desarrollo personal. No siempre los vivimos en orden, ni todos llegan a nuestras vidas, pero si lo hacen, dejan huellas profundas.
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¿Cuál es el primer amor y por qué parece de cuento?
El primer amor suele aparecer en la adolescencia o juventud. Es el amor que idealizamos, el que parece sacado de una película. Creemos que durará para siempre, y muchas veces ignoramos las señales de incompatibilidad por la emoción de vivirlo todo por primera vez. Este amor nos enseña lo que creemos que el amor debería ser, no lo que realmente es.
¿Qué nos enseña el segundo amor, el más doloroso?
Este amor es el que rompe esquemas y, muchas veces, el corazón. Es caótico, intenso y nos enfrenta con nuestras propias sombras. Nos muestra los patrones que repetimos, los errores que toleramos y la necesidad de sanar. Aquí es donde aprendemos lo que no queremos, y lo duro que es soltar.
¿Y el tercero? ¿Es acaso el amor que perdura?
El tercer amor llega sin buscarlo, sin perfección ni guión. Es real, tranquilo, honesto. No se basa en necesidades, sino en libertad y compatibilidad. Con él, entendemos que el amor sano no grita, sino que acompaña y construye. Algunos lo encuentran tarde, otros lo tienen siempre cerca sin verlo... pero si llega, lo sabes.
¿Ya identificaste a tus tres amores? Quizá ya los viviste... o están por llegar.
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