Aunque parezca un dispositivo simple, el termostato es el “cerebro” del sistema de climatización en una vivienda. Su función principal es detectar los cambios en la temperatura interior y dar la orden para encender o apagar la calefacción o el aire acondicionado cuando es necesario.

¿Cómo sabe el termostato cuándo debe activar o detener el sistema?

Todo comienza con un sensor interno que registra la temperatura ambiente. Cuando esta se aleja del valor que el usuario fijó, el termostato envía una señal eléctrica al equipo de climatización. Esa orden activa el mecanismo que permite calentar o enfriar la casa hasta alcanzar el nivel deseado.

¿Qué tipos de termostatos existen y qué diferencias tienen?

Los modelos mecánicos utilizan materiales que reaccionan al calor, como tiras bimetálicas, para determinar la temperatura. En cambio, los termostatos digitales y los inteligentes funcionan con sensores electrónicos más precisos, pantallas programables y, en algunos casos, conexión a internet para controlarlos desde el teléfono.

¿Por qué el termostato influye directamente en el consumo de energía?

Una programación adecuada puede evitar el uso excesivo del aire acondicionado o la calefacción. Ajustar el dispositivo a niveles estables, en lugar de modificarlo constantemente, ayuda a mantener un consumo eficiente y reduce el gasto eléctrico o de gas.

¿Qué recomendaciones ayudan a aprovechar mejor el termostato en casa?

Colocarlo lejos de ventanas, puertas o fuentes de calor artificial permite mediciones más precisas. Además, mantener limpia el área del sensor y realizar un uso moderado mejora el rendimiento y prolonga la vida útil del sistema de climatización.

Podría Interesarte: ¡Confirmado! Este lunes 8 de diciembre es día feriado; ¿dónde y para quiénes aplica?