Una discusión aparentemente menor dentro de un supermercado en Londres derivó en un desenlace fatal que hoy genera indignación por la condena impuesta al responsable. El caso ocurrió en una sucursal de Sainsbury’s, ubicada en Beckenham, al sureste de la capital británica, y ha reabierto el debate sobre la violencia cotidiana y la proporcionalidad de las sentencias.
De acuerdo con las investigaciones presentadas ante el tribunal, el conflicto comenzó cuando un hombre intentó avanzar en la fila de las cajas, lo que provocó el reclamo de otro cliente. El intercambio verbal escaló rápidamente, pero lo más grave ocurrió minutos después, cuando el agresor abandonó el establecimiento… y decidió regresar.
Cámaras de seguridad captaron cómo el sujeto volvió al interior del supermercado con la clara intención de confrontar nuevamente a la víctima. Sin mediar una nueva discusión prolongada, el atacante lanzó un golpe que provocó la caída del hombre al suelo, ante la mirada atónita de varios testigos, incluida su esposa.
#Williams,CCTV shows Demiesh Williams leaving Sainsbury’s after a minor row with Andrew Clark.
— @destiny (@powerfulcompute) December 18, 2025
Williams pushed into the queue infront of Clark and his wife, who objected to the rude gesture.
Williams returned and attacked #Clark, he died 3 days later.
Williams was sentenced… pic.twitter.com/7k53xiVbLP
El impacto fue devastador. Personas presentes relataron haber escuchado un sonido seco al momento en que la cabeza de la víctima golpeó contra el piso. Días después, las autoridades médicas confirmaron que el hombre había sufrido una lesión cerebral irreversible.
¿Cuál fue la sentencia contra el agresor y por qué generó polémica?
El responsable, un hombre de 30 años y padre de tres hijos, se declaró culpable de homicidio involuntario. El tribunal lo condenó a cinco años y tres meses de prisión, de los cuales podría cumplir solo dos tercios antes de acceder a la libertad condicional, decisión que ha causado fuerte rechazo social.
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