El ponche de huevo, o eggnog, es una bebida tradicional de las celebraciones decembrinas, caracterizada por su textura cremosa y su sabor dulce con notas de canela y nuez moscada. Su preparación clásica combina leche, crema, azúcar y yemas de huevo, a las que se pueden añadir especias y, de forma opcional, bebidas alcohólicas como ron, brandy o whisky, aunque también existe una versión sin alcohol.
Podría interesarte: VIDEO| La Nochebuena: la flor mexicana que conquistó la Navidad en el mundo
Esta bebida puede servirse fría o caliente y es especialmente popular durante las fiestas de fin de año por su carácter reconfortante. Entre sus ingredientes básicos se encuentran las yemas de huevo, leche y crema, azúcar, especias como canela y nuez moscada, extracto de vainilla y, en algunas recetas, licor. Para prepararlo en casa, se baten las yemas con azúcar hasta obtener una mezcla cremosa, se incorpora lentamente la leche caliente con especias, se cocina a fuego bajo hasta que espese ligeramente y, una vez fría, se aromatiza con vainilla y licor antes de servir.
También podrías leer: VIDEO| Ejercitarse en clima frío: por qué puede ser más beneficioso para la salud
El origen del ponche de huevo se remonta a la Inglaterra del siglo XIV, donde era una bebida reservada para la aristocracia debido al alto costo de sus ingredientes. Con el tiempo, se popularizó en la América colonial gracias a la abundancia de leche y huevos, convirtiéndose en un símbolo de las fiestas invernales. Hoy en día, el eggnog sigue siendo una tradición navideña que combina historia, sabor y un ambiente festivo ideal para reuniones familiares y celebraciones de temporada.
