El pueblo entre Jalisco y Michoacán donde se hacía una división de “criollos” y “blancos”
Descubre la historia de Jilotlán de los Dolores, el pueblo fronterizo entre Jalisco y Michoacán donde la devoción religiosa generó división entre criollos y blancos.
Jilotlán de los Dolores, ubicado en el sureste de Jalisco y fronterizo con Michoacán, fue originalmente llamado San Miguel de Jilotlán, bajo jurisdicción michoacana hasta 1795, cuando pasó a Nueva Galicia, actual Jalisco.
Su historia colonial revela cómo la fe se convirtió también en diferenciación social: los criollos, descendientes de españoles nacidos en Nueva España, se identificaban como devotos de San Miguel Arcángel, mientras que los “blancos” (españoles peninsulares o recién llegados) mostraban su preferencia por la Virgen de los Dolores.
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Historia religiosa y división social en Jilotlán de los Dolores
En este pueblo entre Jalisco y Michoacán, la dualidad de devociones, San Miguel para los criollos y Virgen de los Dolores para los blancos, terminó consolidando una división simbólica y cultural en la población:
- San Miguel Arcángel (devoción criolla): simbolizaba autoridad local y orgullo novohispano.
- Virgen de los Dolores (preferencia de los blancos): evocaba tradición europea y jerarquía colonial.
Aunque no existen registros muy detallados sobre rivalidades explícitas en fiestas, esta diferenciación reflejaba también tensiones sobre identidad, pertenencia y poder religioso entre grupos sociales en la región colonial.
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