La historia de San Silverio es una de esas que parecen escritas para el cine. Nació en Italia en el siglo VI y, según la tradición, era hijo del papa Hormisdas. A pesar de no pertenecer a la aristocracia eclesiástica, fue elegido papa en el año 536, en una época de tensiones brutales entre el poder imperial y la Iglesia.
Silverio no buscó el trono papal, pero lo aceptó con humildad y conciencia. Pronto se encontró en medio de una tormenta: la emperatriz bizantina Teodora quería imponer al patriarca Antimo —acusado de herejía— como líder de la Iglesia. Silverio se negó rotundamente, defendiendo la ortodoxia católica.
Te podría interesar: Santoral hoy: ¿Quién fue Santa Aurora, virgen y mártir y por qué se celebra el 19 de Junio?
¿Por qué su papado fue tan polémico?
Porque San Silverio no cedió al chantaje del poder imperial. Su negativa enfureció a Teodora, quien orquestó un complot para deponerlo. Fue acusado falsamente de traición, despojado de su título y enviado al exilio en la isla de Poncia, Italia.
Allí, vivió en condiciones miserables. A pesar del aislamiento, mantuvo su fe firme, oraba y soportaba los sufrimientos en silencio, convencido de que no debía renunciar a la verdad.
¿Qué lo convierte en mártir?
Su muerte en el exilio, debilitado por el hambre y el abandono, fue consecuencia directa de su fe inquebrantable. La Iglesia lo reconoce como mártir no por una ejecución violenta, sino por morir a causa de la injusticia sufrida por defender la fe.
¿Qué enseñanza deja hoy San Silverio?
Que la verdad no se negocia. Su figura es un ejemplo vivo de que la integridad tiene un precio, pero también una recompensa eterna. Cada 20 de junio, se recuerda a este papa valiente como símbolo de resistencia espiritual frente al poder terrenal.
Te podría interesar: Santoral hoy: ¿Quién fue San Marcelino y San Marcos y por qué se celebra el 18 de Junio?
Alejandra Carvajal presenta lo que debes saber sobre el Santo Rosario