Inhumación en hornos de ladrillos, nuevo modus operandi de grupos criminales

Las investigaciones por la desaparición de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, dejó al descubierto prácticas de grupos criminales para la inhumación de cuerpos en hornos de ladrillos.

Federico es ladrillo desde hace 40 años en Tonalá, reconoce que los hornos que él prende llegan a ser un arma por las altas temperaturas que alcanzan.

“Sí, es que se pone al rojo vivo, son brasas, de que se quema se quema, hay veces que pasan las situaciones que por accidente o por algo se deshacen un ratito, cualquier cosa se deshace de volada una persona, sí se deshace”, dijo Federico Martínez, ladrillero.

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A decir de la Fiscalía de Jalisco y el Supremo Tribunal del Poder Judicial en el estado, es la primera vez que se registran casos de inhumaciones como la que se presentó en la comunidad de El Bajío en Lagos de Moreno donde aseguran autoridades obtener rastros de adn es casi imposible.

“De momento estamos a la espera del perfil genético porque el hueso viene bastante segmentado y bastante calcinado, lo cual hace que sea mucho más complicada la extracción de la médula para tener tejido vivo que permita confrontar el perfil genético con el que contamos”, dijo Ricardo Sánchez Beruben, coordinador de seguridad.

Hicimos la prueba con un bote de lata, en segundos se fundió. Los hornos de ladrillo tardan hasta 10 horas en cocinar los bloques de arcilla.

Al rojo vivo así se encuentra el interior de este que es uno de los hornos para la quema de ladrillos, las temperaturas aquí adentro alcanzan entre los 800 y los 1,300 grados centígrados, prácticamente lo que entre bloque se meta, desaparece.

Para los ladrilleros de Tonalá ha sido una sorpresa, pues aseguran que hasta ahora no se han registrado casos de inhumaciones en sus campos de ladrillo.

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