Mamás mexicanas, más allá del 10 de mayo: Amor incondicional y sacrificios por familiares

Esta es la otra cara de la moneda de un 10 de mayo en México, en el que poco se habla de las horas que dedican al hogar las madres mexicanas

Janely Rivera
Azteca Noticias Jalisco

“Yo soy abuelita de Brayan. Me llamo la señora Carmen y nosotros salimos a nuestras consultas a las 7-8 de la mañana diario”, dijo Carmen Guzmán, abuelita de Bryan.

“Mi nieto, al año dos meses, bronco aspiró y cayó aquí en el Hospital Civil Viejo. Le detectaron el Síndrome del Niño Maltratado y traía una fractura en la clavícula del lado izquierdo y que lo habían sacudido, por lo cual él no ve la causa de todo esto. Él queda con parálisis cerebral que es PCI, severa cuadriplejia y discapacidad múltiple. Él no ve, no habla y no camina”, agregó Carmen Guzmán, abuelita de Bryan.

Yo me dedico a vender ropa usada fuera de mi casa por internet. Ahora sí, uno le hace a todos los gastos de estos niños. Son muchísimos. Por ejemplo, Brian tiene lo que es sonda para comer, una sonda que te cuesta arriba de $7,000. Trae traqueotomía para respirar. Aquí, esa te sale 2500, pero hay que tener siempre dos y cambiarlas cada cierto tiempo, tanto el botón como la traqueo, más aparte pañales, comidas especiales. Salen arriba de $20,000 los gastos en el mes y te quedas así, dices ¿de dónde lo saco?”, añadió Carmen Guzmán, abuelita de Bryan.

Lo más complicado es el transporte porque no hay mucho camión de rampa. Hay mucho camión que trae la puerta pero no trae la maquinaria de la rampa y pues así no te sirve. El tren, el único acceso que tenemos nosotros para los niños, siempre está saturado. No te dan chance de pasar. Se enojan, casi se suben arriba de los niños”, dijo Carmen Guzmán, abuelita de Bryan.

“Y para acostarte, no tienes un horario. Estás entre dormida y despierta. Cuando puedes dormir porque estás oyendo cualquier respiración o movimiento de él, lo estás captando para ver cómo está porque estos niños hace cuenta, ahorita están bien, pero te volteas y ya están bien malos. Y dices, ah, caray, ¿qué le pasó? Por eso somos cuidadoras 24/7 para estar al pendiente de ellos. Ya pasé por el mentado ese síndrome del cuidador cansado y es muy feo. Me daban ataques como de ansiedad, una desesperación que no alcanzaba a respirar y quería salirme a caminar, caminar y caminar, y una ansiedad que te agarra a media noche que ya no te quieres ni levantar, te sientes cansado de todo, ya no sientes empatía. Pero hay que echarle ganas, hay que seguir adelante porque ellos nos esperan”, contó Carmen Guzmán, abuelita de Bryan.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, el 54.1% de mamás que desean trabajo, no lo buscan porque no tienen quien cuide a sus hijos pequeños, ancianos o enfermos. Para Lisset, la situación es diferente pero no por mucho, se dedica al cuidado de su hija adolescente quien tiene autismo al mismo tiempo que cuida de su padre, a quién le fue diagnosticado cáncer.

“Mi hija es Megan. Ella tiene actualmente 16 años, tiene un diagnóstico de autismo y discapacidad intelectual. Ahorita actualmente estoy viviendo la situación de un cáncer de mi papá. Mi papá se llama José Rodríguez y ahorita estoy de cuidadora de ambas partes”, agregó, Lisset Rodríguez, cuida a su papá e hija. He tenido que sacrificar un poquito la parte laboral. Si tengo que cancelar citas, sobre todo para poder atender a mi papá, yo soy terapeuta gestalt, estudio esto por el diagnóstico de mi hijo mayor. Mi hijo tiene trastorno de déficit de atención e hiperactividad”, añadió.

Ya está en tercera fase su cáncer, entonces sí necesita como darle tratamiento lo más pronto que se pueda porque está avanzando rápido y estamos esperando el momento de que empiece su tratamiento. Sabemos que corre riesgo su salud”, dijo Lisset Rodríguez.

Ahorita estoy utilizando un guarda en mi boca porque estuve bajo mucho estrés por esta situación de que se viene el diagnóstico de mi papá y empecé a tener como crisis de ansiedad, perdí el sueño un par de días, la crisis del duelo de vivir diagnóstico de cáncer de tu papá"

Al final, lo único que queda claro es que no existen imposibles para el amor incondicional de una madre.

Del amor tan neto que hay a tu papá y a tu hija también. Mi papá siempre ha sido muy importante y te hace sacar como un esfuerzo más, como un extra de tu fuerza natural para salir adelante, claro”, agregó Lisset Rodríguez.

Contenido relacionado