En la vejez, los trastornos mentales suelen confundirse con “cosas de la edad”, lo que retrasa su diagnóstico. Psicólogos señalan que los adultos mayores tienen mayor riesgo de desarrollar depresión, ansiedad, demencia, esquizofrenia de inicio tardío y trastorno afectivo bipolar, muchas veces coexistiendo con enfermedades físicas.
Síntomas más comunes
• Depresión: tristeza persistente, pérdida de interés y baja autoestima.
• Ansiedad: inquietud constante y síntomas físicos como taquicardia.
• Esquizofrenia tardía: alucinaciones y delirios.
• Demencia: pérdida de memoria, problemas de lenguaje y desorientación.
• Bipolaridad: cambios drásticos de ánimo y fallas de memoria.
La pérdida de memoria se vuelve patológica cuando interfiere con la vida diaria, como en el Alzheimer.
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Factores que incrementan el riesgo
Según especialistas, el riesgo aumenta con:
• Aislamiento social
• Pérdida de autonomía
• Enfermedades incapacitantes
• Bajo nivel socioeconómico
• Disminución cognitiva
• Falta de apoyo familiar
• Acceso limitado a servicios de salud
Trastornos más frecuentes en la tercera edad
• Demencia
• Depresión
• Ansiedad
• Esquizofrenia de inicio tardío
• Trastorno afectivo bipolar
La demencia: una amenaza creciente
A nivel global, afecta a 47.5 millones de personas y podría llegar a 135.5 millones en 2050.
En México:
• En 2015 había cerca de 860 mil casos.
• Para 2050 podrían superar los 3.5 millones.
La falta de diagnóstico oportuno y la ausencia de sistemas de cuidados formales cargan el peso sobre las familias.
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Depresión en adultos mayores
Afecta al 7% de los adultos mayores en el mundo, pero en México la prevalencia es mayor:
• 15–20% en población ambulatoria
• 25–40% en hospitales
Frecuentemente se confunde con enfermedades físicas o cambios propios de la edad.
Diagnóstico y tratamiento
Los geriatras utilizan herramientas clínicas y neuropsicológicas para detectar estos trastornos.
Aunque algunos no tienen cura, los tratamientos como la medicación, psicoterapia y seguimiento psiquiátrico, mejoran la calidad de vida y reducen síntomas.
La importancia de la red de apoyo
La familia y el entorno cercano son esenciales para identificar señales tempranas, acompañar el proceso y garantizar la adherencia al tratamiento.
La salud mental en la vejez debe promoverse desde la comunidad para asegurar una vida digna, autónoma y con bienestar.
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