Mark Jackson jamás imaginó que una tarjeta suya con los Knicks terminaría siendo parte de una investigación criminal.
Lo que parecía una simple pieza de colección de la temporada 1989-90, se convirtió tres décadas después en un objeto de culto por una razón escalofriante: en el fondo de la imagen aparecen dos asesinos.
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¿Quiénes aparecen en la tarjeta NBA de Mark Jackson?
Detrás de Jackson, durante un partido de los New York Knicks en el Madison Square Garden, se observan a cuatro personas. Dos de ellas, ubicadas a la izquierda del jugador, son nada menos que Erik y Lyle Menéndez, quienes en agosto de 1989 asesinaron brutalmente a sus padres para quedarse con una millonaria herencia.
Mood: my Mark Jackson basketball card with cameos from the Menendez brothers in the background pic.twitter.com/kqmLag0uze
— STEPHEN ZERANCE (@stephnz) August 12, 2018
¿Quiénes son los hermanos Menéndez?
El 20 de agosto de 1989, los hermanos Menéndez llamaron al 911 alegando haber encontrado a sus padres muertos por múltiples disparos en su mansión de Beverly Hills.
José Menéndez, un exitoso ejecutivo del entretenimiento, recibió seis disparos. Su esposa Louise, diez. Las autoridades inicialmente pensaron en un ajuste de cuentas mafioso, sobre todo por los disparos en las rodillas.
Los hermanos parecían estar fuera de toda sospecha. Tenían una coartada: entradas para ver la película Batman. Sin embargo, con el tiempo, algo no encajaba. Lyle y Erik comenzaron a gastar grandes sumas de dinero en relojes, autos de lujo, ropa, viajes… y boletos VIP para ver a los Knicks desde la primera fila. En pocos meses habían derrochado más de 700 mil dólares.
Las sospechas se confirmaron cuando Erik confesó el crimen a su terapeuta. Aunque el primer juicio fue anulado, el segundo, en 1996, terminó con una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
¿Cuánto vale HOY la tarjeta de Mark Jackson?
Lo que antes era una tarjeta que apenas valía 20 centavos en el mercado de coleccionistas, llegó a venderse por más de 1,500 dólares tras viralizarse en redes sociales. No por el deportista, sino por el oscuro contexto detrás de la imagen.
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