El cocodrilo hembra, de la especie acutus y con una longitud de 1.85 metros, se encuentra en buen estado de salud a pesar de haber pasado un año en la presa sin supervisión. Los expertos planean estabilizarla y realizar pruebas de laboratorio antes de decidir su destino final. Se considera la posibilidad de reubicarla en un hábitat natural, posiblemente en Puerto Vallarta, ya que la especie corresponde a esa zona. Se cree que la cocodrilo pudo haber sido adquirida ilegalmente en el mercado negro de animales exóticos y abandonada en la presa de Tonalá al crecer y demandar más alimento.

Con información de: Gustavo Cardenas

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