Según un análisis de la Universidad de Guadalajara, los jóvenes de entre 15 y 18 años son el grupo más afectado por las desapariciones. Para combatir esto, se ha creado un área de búsqueda de personas que colabora con dependencias estatales y la policía escolar, buscando proximidad con jóvenes de secundaria y bachillerato. Los jóvenes son atraídos con supuestas vacantes bien pagadas y citados en terminales de autobuses, perdiendo luego contacto con sus familiares. Algunas investigaciones indican que estas rutas de captación provienen de otros estados como Estado de México, Chiapas o Campeche.

Con información de: Antonio Sánchez

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