Cada 9 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Adopción, una fecha que busca generar conciencia sobre el derecho de niñas, niños y adolescentes a vivir en un entorno familiar. En México, esta conmemoración también visibiliza los desafíos que enfrenta el sistema de protección infantil y la falta de alternativas suficientes para quienes esperan un hogar.
¿Qué son las Casas Puente y las Familias de Acogida en México?
En el país, se utiliza el término “acogimiento familiar sin fines de adopción” para referirse a una medida de protección que permite que menores vivan temporalmente con familias distintas a la de origen, cuando su entorno no garantiza condiciones adecuadas de cuidado o seguridad.
Aunque el concepto de “casa puente” no está formalmente establecido en la legislación mexicana, se emplea de manera informal para describir espacios de transición entre los centros de asistencia y una posible adopción o reintegración familiar.
¿Existen programas activos de familias de acogida?
Sí. Uno de los más reconocidos es el programa Hogares de Corazón del DIF Ciudad de México, que promueve el acogimiento temporal de niñas, niños y adolescentes. Este programa permite que matrimonios, personas solteras, familias homoparentales o uniparentales puedan brindar un hogar temporal mientras se define la situación legal del menor.
Además, las familias participantes reciben capacitación, acompañamiento psicológico y apoyo económico para la manutención, bajo la supervisión del DIF local.
¿Qué pasa con las Casas Puente en el país?
Aunque no hay cifras oficiales que definan cuántas “casas puente” existen en México, diversas organizaciones estiman que más de 60 mil niñas, niños y adolescentes viven actualmente sin una familia que los acoja.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha insistido en fortalecer los programas de acogimiento familiar para evitar que los menores permanezcan largos periodos en centros de asistencia, donde la atención suele ser limitada.
¿Cuáles son los principales retos del sistema de acogimiento en México?
Baja tasa de adopciones formales. Pese a la alta demanda, pocos casos logran completarse cada año debido a los procesos burocráticos.
Desconocimiento social. Muchas personas confunden la figura del acogimiento temporal con la adopción, lo que desincentiva la participación.
Falta de recursos y supervisión. Los programas locales no siempre cuentan con seguimiento psicológico o legal constante.
Ausencia de datos públicos. No existen registros unificados sobre cuántas casas puente o familias de acogida hay activas en el país.
¿Qué acciones pueden mejorar la situación?
Expertos coinciden en que se requiere:
- Promover campañas de sensibilización sobre el acogimiento familiar.
- Simplificar los procesos administrativos para integrarse a los programas del DIF.
- Crear bases de datos nacionales que permitan medir avances y necesidades.
- Garantizar acompañamiento integral a las familias y menores involucrados.
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