Peregrinos cumplen sus mandas en el Santuario del Señor de Los Rayos

Son más de 100 años desde que se realiza la peregrinación hacia el Santuario del Señor de los Rayos en Temastián

Juan Carlos Robles
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“Señor de los Rayos, mi luz y consuelo, me alcancen el cielo, tu muerte y tu cruz, del cielo me alcancen, tu muerte y tu cruz”.

En medio de la noche una columna de linternas iluminaba los campos. Era la peregrinación a pie que partió desde Teúl de González Ortega hasta el Santuario del Señor de los Rayos en Temastián, Jalisco.

Peregrinos caminaron por tres días para cumplir sus mandas

Evalia hizo el recorrido acompañada por su hija de diez años.

“Nosotros tenemos más de 12 años viniendo, venía con mis abuelos y ya ellos no están pero seguimos nosotros la tradición de venir hasta acá y ahora los niños”, mencionó Evalia Barajas Rosales, peregrina.

Al salir el sol, había que cruzar pastizales, los adultos mayores guiaban los pasos, lentos pero firmes, un pequeño arroyo fue parte de la travesía y luego un descanso bajo un enorme roble. Y por la tarde la comida que la familia Carrillo dona desde hace varios años. Esta vez hubo 550 platos con arroz, frijoles y pollo con mole de papa.

“En un principio una de mis hermanas tuvo un problema de salud y prometió ofrecer comida y ya los siguientes años la verdad se nos hizo muy satisfactorio y pues lo tomamos ya como de siempre, esperemos seguir”, comentó Elisa Carrillo, donó comida.

En Villa Juárez se realizó el primer descanso. Cerca de las cuatro de la mañana del 4 de febrero la peregrinación a Temastián partió, había que escalar el cerro más alto, el del Tecolote. Tras más de una hora se llegó a la cima, ahí las historias de fé se cruzan una a una.

La señora Noelia caminó desde Santa María de la Paz con su hijo de tres años en brazos para pagar una manda.

“No sé, se convulsionó y duró buen rato y yo sentí que se me había muerto y yo grité, ‘Señor de los Rayos no me quites mi niño, le dije yo te voy a visitar, te lo llevo cargando, pero no me lo quites’ y por eso se lo traigo yo”, agregó Noelia Rivera González, peregrina.

Así caminaron entre los encinos y robles las familias completas, mujeres, hombres y niños. Luego el contingente que para entonces supera las 500 personas llegó a Atolinga Zacatecas donde la banda ya los estaba esperando. Juntos entraron en la parroquia de San Cayetano para recibir la bendición. Ahí se realizó el segundo descanso.

Tercera llamada compañeros, tercera llamada, acérquense por favor vamos a empezar a caminar

Un café para despertar, las “mulitas” listas y así comenzó el tercer y último día de la peregrinación a Temastián.

A oscuras la mañana había quien cambiaba los rezos por música para alegrar el trayecto.

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