Llegar a casa y saludar a tu perro puede ser un error: conoce el motivo
Si al llegar a tu casa, lo primero que haces es saludar a tu perro, ¡cuidado! podrías estar cometiendo un error
Sabemos lo difícil que es resistirse a la mirada alegre, la cola moviéndose a mil por hora y los saltos de felicidad cuando llegas a casa y tu perro te recibe. Sin embargo, aunque parezca un gesto de cariño mutuo, saludar efusivamente a tu perro en ese momento puede tener consecuencias emocionales para él.
Muchos expertos en comportamiento canino explican que cuando reforzamos esa euforia cada vez que llegamos, alimentamos sin querer un ciclo de ansiedad por separación. El perro asocia tu regreso con un momento de intensa emoción, lo que puede hacer que tu ausencia se sienta aún más larga y angustiante.
Además, al saludar de inmediato, el perro puede entender que esa emoción es esperada o necesaria para llamar tu atención. Con el tiempo, esto puede derivar en comportamientos indeseados como ladridos, destrucción de objetos o incluso micción por excitación.
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¿Qué hacer en lugar de saludar?
La recomendación de los especialistas es sencilla pero poderosa: ignora a tu perro durante los primeros minutos después de llegar. No significa rechazarlo ni castigarlo, sino permitir que se calme por sí solo y que tu llegada se convierta en algo normal, no en un evento extraordinario.
Después de unos minutos, una vez que esté tranquilo, puedes llamarlo con suavidad y acariciarlo. Este enfoque promueve un estado emocional más equilibrado y reduce la ansiedad tanto en el momento de la despedida como del reencuentro.
Este pequeño cambio en tu rutina diaria puede tener un gran impacto en la salud emocional de tu compañero peludo. Recuerda: demostrar amor no siempre significa más entusiasmo, sino más comprensión.
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