Primero fue esa risa que te parecía insoportable, esa forma de hablar que te irritaba… incluso su manera de caminar te parecía exagerada. No lo soportabas. Pero el tiempo —o el destino— se encargó de transformar la trama. Hoy, te sorprendes buscándole con la mirada, esperando su mensaje, recordando lo que antes detestabas… con una sonrisa. Lo tuyo es una historia digna de película romántica, de esas que juras que no te gustan pero terminas viendo con una cobija y palomitas. Se trata del famoso efecto Rom Com y, créelo o no, le pasa a más personas de las que imaginas.
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¿Por qué alguien que te caía mal se vuelve tan irresistible?
La explicación está en la fricción emocional inicial. Esa molestia que sentías no era más que una atención intensa mal enfocada. Lo opuesto al amor no es el odio: es la indiferencia. Y tú, claramente, no eras indiferente. Convivir más, descubrir coincidencias y ver la verdadera personalidad de alguien puede romper las primeras impresiones y dar paso a un vínculo inesperado.
¿Tu historia de amor empezó con una pelea?
Las comedias románticas lo retratan bien: cuando dos personas se repelen al inicio, a veces es porque están demasiado sincronizadas y aún no lo saben. Esa persona que “te sacaba canas verdes” probablemente tenía más cosas en común contigo de lo que pensabas, solo necesitaban tiempo para mostrarse sin filtros.
¿Y si esto no es casualidad, sino destino narrativo?
Algunos psicólogos dicen que buscamos en la vida real las emociones fuertes que vemos en el cine. Tal vez tu corazón no se equivocó: simplemente siguió el guion de su propia comedia romántica. Y si así empezó… lo que viene podría ser aún más emocionante.
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