Luna de Miel: el dulce origen del ‘mes más sabroso’ tras la boda

Hace siglos, recién casados vivían un mes tan dulce como la miel, literalmente. Esta expresión viene del inglés honeymoon, usada desde mediados del siglo XVI para nombrar el periodo inicial del matrimonio, caracterizado por el amor y la felicidad intensa.

Te podría interesar: ¡Terrible! Turista extranjero termina en coma durante su luna de miel en Cancún

Se cree que “honey” (miel) simboliza la dulzura del amor, y “moon” (luna) hace referencia a un mes completo, durante el cual esa pasión se mantiene, antes de que —como la luna— empiece a desvanecerse.

En Babilonia, hace unos 3,500 años, el padre de la novia le daba al marido hidromiel —bebida fermentada con miel— para que la pareja la consumiera durante el primer mes, con la intención de atraer fertilidad y prosperidad. En la Antigua Roma, la madre dejaba un recipiente de miel en la habitación de los recién casados cada noche, simbolizando fertilidad y salud. Entre los teutones y pueblos nórdicos medievales, se bebía licor de miel durante 30 días tras la boda para asegurar una vida “dulce y fructífera”.

El término “honeymoon” fue usado por primera vez (en inglés) en sentido figurado ya en 1546. Sin embargo, no fue hasta 1791 que apareció ligado explícitamente al viaje post-boda, en una colección de cuentos populares alemanes. De ahí, la costumbre de viajar para disfrutar la intimidad y relajarse tras el matrimonio se expandió en el siglo XIX, sobre todo entre la clase alta británica, y se consolidó como práctica turística durante la Belle Époque.

En resumen, lo que empezó como un ritual afrodisíaco y de fertilidad, motivado por la miel y los ciclos lunares, evolucionó con el tiempo hasta convertirse en una hermosa tradición romántica que conocemos hoy: el viaje de luna de miel.

Te podría interesar: Britney Spears posa sólo con una almohada en plena luna de miel