Apenas empieza a hervir el agua y el aire se impregna de ese aroma penetrante, casi místico. El romero, con su hoja verde como pino y su historia milenaria, no solo ha acompañado los guisos mediterráneos, sino que ha sido tesoro de la herbolaria ancestral. Hoy, ese saber vuelve a cobrar fuerza, pero ahora bajo la lupa de la ciencia: el té de romero podría proteger y regenerar el hígado, uno de los órganos más importantes y vulnerables del cuerpo humano.
Té de Pasiflora, el secreto natural para un sueño reparador; ¿Qué dosis tomar para dormir bien?
¿Qué hace al romero tan poderoso para el hígado?
Los estudios más recientes sugieren que el romero posee compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, como el ácido rosmarínico y los flavonoides, capaces de reducir el daño hepático causado por toxinas, medicamentos o dietas desequilibradas. En modelos animales, estos componentes han demostrado mejorar la función hepática y promover la regeneración celular. No es magia, es botánica respaldada por evidencia.
¿Cómo se prepara este té y cuándo tomarlo?
Basta una cucharadita de hojas secas de romero por taza de agua hirviendo. Se deja reposar cinco minutos y se cuela. Su sabor es intenso, ligeramente amargo, pero revitalizante. Beberlo una vez al día, preferiblemente en ayunas o después de comidas pesadas, puede convertirse en un ritual curativo. Eso sí: todo con moderación y respetando a tu cuerpo.
¿Es seguro para todos o hay que tener precauciones?
Aunque natural, no todo lo natural es inocuo. El té de romero no se recomienda en embarazadas ni en personas con ciertas condiciones como epilepsia o hipertensión no controlada. Siempre es mejor consultar a un médico antes de incorporarlo como rutina. La sabiduría popular y la ciencia se están dando la mano, pero la responsabilidad sigue en ti.
Te podría interesar: Conoce los hábitos que te harán bajar de peso sin que te des cuenta
Beneficios del agua de rábano: El elixir natural para limpiar tu hígado y eliminar toxinas