Con el dinero en mano, la Gen Z no corre tras estatus. Más bien construye una vida llena de sentido. Desde el primer salario, muchos optan por darle prioridad a lo que les importa de verdad, y esa elección cuenta una historia poderosa.
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¿En qué invierte la Gen Z antes de preferir el lujo?
Primero, se cuida y se conecta: el bienestar es su prioridad. Gastan en membresías de gimnasio, productos de autocuidado y salud mental porque saben que sentirse bien cuesta y vale cada peso.
¿Cómo viajan sin gastar el sueldo completo?
La aventura está en primer lugar. Muchos hacen viajes espontáneos y con presupuesto acotado: buscan ofertas, eligen destinos fuera del radar y planean el vuelo sin sacrificar la experiencia.
¿Qué hay de sus hábitos de ahorro e inversión?
No es todo aquí y ahora. La Gen Z destina una buena parte de su sueldo a ahorros e inversiones inteligentes: usan estrategias como el “loud budgeting” para planificar y visibilizar sus metas financieras. Además, muchos invierten en bolsa en lugar de cargar deudas por casas, optando por flexibilidad y libertad económica.
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