La Antártida, el continente más frío y seco del planeta, está cubierta casi en su totalidad por hielo, pero no todo es igual.

La diversidad de hielo que existe no sólo define su paisaje, sino que también influye en el clima global, el nivel del mar y los ecosistemas marinos, convirtiendo al continente en un laboratorio natural de investigación climática.

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¿Cuáles son los tipos de hielo que hay en la Atlántida?

El tipo más común es el hielo glacial, formado por siglos de acumulación y compactación de nieve, con burbujas de aire atrapadas que conservan información sobre el clima antiguo.

Existen también los hielos azules, densos y antiguos, donde la expulsión del aire les da un color intenso. Estos bloques pueden superar el millón de años y son estudiados para entender la historia climática de la región.

También se encuentra el hielo marino que se forma sobre el océano y adopta varias formas: desde las delgadas capas hasta bloques completos. Al fracturarse, generan los conocidos icebergs, de los cuales sólo una décima parte es visible sobre el agua.

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