La leyenda del cerro del Pando: ¿Quién cuida el tesoro escondido? La sombra en Santa María del Oro
¿Lo has oído? Dicen que en las noches nubladas, una silueta enorme con sombrero aparece en el Cerro del Pando. ¿Quién es? ¿Qué guarda? Esta es su leyenda.
En Jalisco, existe un cerro cuya fama va más allá de su belleza natural. Se trata del Cerro del Pando, un sitio envuelto en misterio y superstición, donde muchos aseguran haber visto una figura enorme y oscura, con sombrero de ala ancha, acechando en silencio cuando cae la noche.
Los lugareños han transmitido esta historia de generación en generación, y aunque pocos se atreven a escalarlo después del atardecer, todos conocen la advertencia: no subas solo, y menos si hay neblina.
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¿Qué dice la leyenda del Cerro del Pando?
Según la leyenda local, hace muchos años un bandido conocido por sus asaltos y saqueos se refugió en ese cerro para ocultar el enorme botín que había acumulado. Al verse perseguido, habría enterrado su tesoro en la cima del cerro del Pando, jurando que lo protegería incluso después de la muerte. Algunos creen que es el alma del bandido, condenado a vigilar lo que una vez fue su mayor orgullo y condena: su riqueza mal habida.
¿Mito, realidad o herencia cultural?
Más allá de lo paranormal, la leyenda del Cerro del Pando forma parte de la tradición oral de las comunidades que habitan Santa María del Oro en Jalisco. Como ocurre con muchas leyendas mexicanas, la historia funciona como advertencia y también como identidad.
En ese sentido, el relato no sólo es un cuento de miedo, sino una pieza viva de la memoria colectiva, un eco del pasado que sigue latente en el presente. Lo cierto es que, con cada generación, la sombra del Cerro del Pando sigue viva, caminando entre la neblina y las leyendas de Jalisco.
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