El rugido del tráfico queda atrás mientras las ruedas se lanzan al encuentro de uno de los pueblos más emblemáticos de México. Salir de Guadalajara en bicicleta con rumbo a Tequila es una experiencia que combina adrenalina, contemplación y orgullo patrio. La ruta principal, por la carretera libre hacia Amatitán, mide alrededor de 65 km, aunque hay variantes más largas y rurales para ciclistas más aventureros. El camino es desafiante por sus subidas y el sol jalisciense, pero también es un deleite visual y emocional.
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¿Qué ruta tomar para llegar a Tequila en bici?
La mayoría de los ciclistas toma la Carretera Federal 15 libre, evitando la autopista. Pasas por lugares como La Venta del Astillero, El Arenal y Amatitán, con tramos rodeados de campos azules de agave. Algunos grupos prefieren desviarse por rutas menos transitadas, como la que atraviesa Tala o incluso parte de la Ruta del Peregrino, para vivir una experiencia más introspectiva.
¿Es seguro viajar en bicicleta hasta Tequila?
Aunque no es una ruta exclusiva para bicicletas, muchos ciclistas la recorren los fines de semana. Se recomienda salir temprano, usar casco, llevar hidratación y luces, y, si es posible, ir acompañado o en grupo. Los conductores locales suelen estar acostumbrados a ver ciclistas, pero nunca está de más extremar precauciones.
¿Vale la pena el esfuerzo del viaje?
¡Totalmente! Al llegar, el recibimiento es una postal viva: la Parroquia de Santiago Apóstol, los alambiques antiguos, y el aroma embriagador de los hornos de tequila. Pedaleaste entre historia, tradición y sabor. Llegar en bici a Tequila no es solo un reto físico… es un viaje del alma.
¿Te animas a pedalear hasta la cuna del tequila?
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