Ya sea que se visite durante la multitudinaria Ruta del Peregrino, o en una escapada de fin de semana, comer arrayanes en Talpa de Allende es casi un ritual obligado.
Su popularidad no se debe únicamente al sabor, sino también a su presencia en la vida cotidiana y religiosa de este municipio, donde se ha convertido en el aliado predilecto para refrescar a los peregrinos que caminan largas distancias para visitar a la Virgen de Talpa.
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Desde la sierra jalisciense ¿cómo se consume el arrayán en Talpa de Allende?
En las calles de Talpa de Allende es común encontrar puestos donde se ofrece el arrayán a granel, o también en sus versiones más tradicionales, como dulces con chile en polvo; sin embargo, beber el agua de este fruto es ideal para combatir el calor y el cansancio.
Además del fruto, las hojas y flores del arrayán son utilizadas para elaborar aceites aromáticos, mientras que su resistente madera se emplea en la fabricación de mangos para herramientas, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
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¿Cuáles son los beneficios del arrayán?
Además de su uso culinario, el arrayán es valorado por sus propiedades medicinales. Se le atribuyen beneficios para tratar dolores estomacales, problemas bronquiales e infecciones en las vías urinarias.
Su alto contenido en vitamina C lo hace ideal para fortalecer el sistema inmunológico y contribuir a la producción de colágeno.
También contiene vitaminas del grupo B, fundamentales para mantener la energía, un metabolismo equilibrado y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
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