A solo una hora de Guadalajara existió una de las maravillas naturales más impresionantes de México: las cataratas de Juanacatlán, bautizadas en su tiempo como el “Niágara mexicano”. Hoy, la historia es muy distinta.

¿Dónde se ubican las cataratas de Juanacatlán?

Las cascadas se encuentran en el río Santiago, entre los municipios de El Salto y Juanacatlán, a unos 15 kilómetros del lago de Chapala. En otra época, este desbordamiento natural se alzaba como una joya turística y símbolo de Jalisco.

¿Por qué fueron conocidas como el “Niágara mexicano”?

A finales del siglo XIX y principios del XX, viajeros y cronistas describían el rugido de sus aguas como un trueno que podía escucharse desde kilómetros de distancia. El torrente, al caer desde más de 50 metros, formaba arcoíris y una cortina de espuma que cautivaba a todos los visitantes.

¿Qué pasó con el Salto de Juanacatlán?

La llegada de complejos industriales y descargas contaminantes transformaron el paisaje. Lo que antes fue un espectáculo natural hoy es uno de los puntos más críticos de contaminación en Jalisco. Habitantes de la zona han denunciado por años olores insoportables, daños a la salud y promesas incumplidas de limpieza.

¿Se puede recuperar este paraíso natural?

Aunque ha habido intentos oficiales por sanear el río Santiago, los esfuerzos han quedado en el discurso. Expertos advierten que revertir décadas de daño ambiental requerirá acciones profundas y sostenidas, más allá de declaraciones políticas.

Lo cierto es que, pese al deterioro, el recuerdo de lo que un día fue el “Niágara mexicano” sigue vivo en fotografías, relatos y memorias de quienes alcanzaron a presenciar su esplendor.

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