Tepatitlán, en el corazón de Los Altos de Jalisco, fue un centro estratégico durante la Guerra Cristera (1926-1929). Su ubicación montañosa ofrecía refugio y rutas de escape para los cristeros, mientras que la población local brindaba apoyo logístico y moral. Esta combinación lo convirtió en un punto clave para la resistencia contra las fuerzas federales.

¿Qué batallas marcaron al municipio?

Entre los enfrentamientos más relevantes en Tepatitlán destacan:

Primer Sitio de Tepatitlán (1927): Intento de los cristeros de tomar la ciudad, que fue repelido por el ejército federal, mostrando la fuerza organizada de la resistencia local.

Batalla de Tepatitlán (1929): Los cristeros, bajo líderes como José Reyes Vega, lograron importantes victorias a pesar de estar en desventaja numérica, consolidando la zona como bastión cristero.

¿Cómo vivió la población civil el conflicto?

La guerra afectó directamente a los habitantes: hubo persecuciones, confiscaciones y desplazamientos forzados. Aun así, la comunidad mantuvo viva su fe, organizando actos religiosos de manera clandestina y apoyando a los combatientes, lo que reforzó la identidad cultural y religiosa de la región.

¿Cuál es el legado de Tepatitlán en la historia nacional?

Hoy, Tepatitlán es recordado como un municipio que resistió y defendió sus convicciones. La memoria de esos años permanece en templos, relatos orales y monumentos, recordando la importancia de la comunidad en la Guerra Cristera y fortaleciendo la identidad de Los Altos de Jalisco.