En México, la salud de los más vulnerables se ha convertido en un campo de batalla. Desde 2019, el desabasto de medicamentos oncológicos durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador ha puesto en jaque la vida de cientos de niños, obligando a sus familias a emprender una lucha incansable por tratamientos oportunos.
Un caso emblemático es el de Rosa, cuyo hijo de 9 años fue diagnosticado con leucemia. Ante la escasez de medicinas y la imposibilidad de costearlas, la familia se vio forzada a recurrir a un recurso legal fundamental: el amparo. Este mecanismo constitucional, diseñado para proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos, se convirtió en su única esperanza. Rosa obtuvo el amparo, logrando que el sector salud fuera obligado a suministrar los medicamentos necesarios para su hijo.
Sin embargo, la historia de Rosa no es un caso aislado. A lo largo del sexenio pasado, la protesta ciudadana se trasladó de las calles a los juzgados. Una abogada, por ejemplo, ha tramitado 450 amparos para padres de niños con cáncer, exigiendo el derecho a tratamientos adecuados. Estos amparos han permitido ordenar a autoridades como el Presidente de la República, el Secretario de Salud a nivel federal, y las clínicas del IMSS o INSABI, a suministrar medicamentos en un plazo de 24 a 48 horas. Gracias a esta acción legal, 440 niños han logrado superar la enfermedad y hoy llevan una vida plena.
El amparo ha sido un salvavidas para cientos de niños con cáncer en México, brindándoles la esperanza de seguir viviendo. Ante las nuevas reformas a esta ley, los padres de familia no dudan en salir a defenderlo y buscarán todas las vías para impugnar cualquier modificación que ponga en riesgo este derecho vital.
Mientras tanto, la sombra de la impunidad y la corrupción sigue presente en el panorama político. El caso del “Comandante H”, líder criminal de “La Barredora”, plantea serias interrogantes sobre la cantidad de dinero ilícito que posee y cómo el gobierno morenista pudo haber encubierto esta información por tanto tiempo. Este hecho, junto con la percepción de que las leyes solo se aplican a los ciudadanos y no a los políticos, quienes “viven en total impunidad”, genera un clima de desconfianza. Además, la preocupación crece ante la reforma que plantea la presidenta, la cual, según se menciona, dejaría a los mexicanos desamparados, sugiriendo que los morenistas “solo velan por sus intereses”.
La situación actual en México revela una compleja intersección entre la lucha por la salud, la justicia y la transparencia gubernamental, donde los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, se ven obligados a defender sus derechos fundamentales.
Con información de: Itzel Garcia Briones
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