Jalisco se unió a la movilización nacional por la paz convocada por la Generación Z tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, cuya imagen se convirtió en símbolo de indignación. Más de veinte mil asistentes marcharon desde la Glorieta de los Niños Héroes hasta Manuel Acuña señalando inseguridad, desapariciones y hartazgo social. Jóvenes, familias y colectivos avanzaron con consignas contra la violencia y críticas al partido en el poder, en una protesta pacífica que cerró con saldo blanco.
Con información de: Cecilia Cerna
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