Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, el uso de calefactores eléctricos y de gas se vuelve común en los hogares. Sin embargo, autoridades y cuerpos de emergencia advierten que deben emplearse con precaución para evitar fugas, flamazos o incendios. Recomiendan colocarlos en lugares ventilados, lejos de materiales inflamables como madera o plásticos, y no dejarlos encendidos toda la noche. También sugieren permitir que se enfríen antes de guardarlos y, ante humo o fuego, usar un extintor o evacuar y llamar a emergencias.
Con información de: Óscar Orozco
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