El Ferreneitor se enfrenta a su nuevo reto: la banqueta imposible del Cerro de la Reina
¡Atención, aventureros del asfalto! El Ferreneitor ha vuelto, y esta vez viene desde Tonalá con una nueva misión: sobrevivir al peligroso camino que debería ser una banqueta.
Nuestra travesía comienza en el Cerro de la Reina, donde la “banqueta” (si es que aún se le puede llamar así) parece más bien una pista de obstáculos extremos. Montones de basura, tierra suelta, escombros y hasta ratas. Aquí, cada paso es una prueba de equilibrio y paciencia.
“Preferimos caminar entre los carros”, dice Jesús Saldaña, vecino de la zona. “El cochinero que avientan aquí lo hace imposible. Todo el tiempo hemos caminado sin banqueta”.
Y no es que los vecinos sean temerarios, es que no tienen opción. El mal estado de esta calle los obliga a elegir entre arriesgar con los autos o con los bichos que habitan en la mugre.
Lo más curioso —y frustrante— es que la oficina del director de Servicios Públicos de Tonalá, Rufin Arteaga, está a escasas 10 cuadras. Diez. Cuadras. Así que, con todo respeto y una buena dosis de urgencia, lo invitamos a darse una vuelta por la zona (no olvide llevar botas y valor), ver con sus propios ojos el problema, y ponerse manos a la obra.
Con información de: Fernando Roldán