El déficit de atención e hiperactividad ¿Tienen cura si se diagnostica en niños? Esto revelan los expertos

Cuando una madre escucha por primera vez que su hijo tiene TDAH, lo primero que siente es miedo. ¿Tendrá cura? ¿Podrá llevar una vida normal?. Pero hoy, los expertos lanzan un mensaje esperanzador: sí, hay mucho que hacer, especialmente si se detecta a tiempo.

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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tiene una “cura” en el sentido clásico, como una pastilla mágica que lo borre. Pero cuando se detecta en la infancia, las herramientas terapéuticas y educativas pueden reducir drásticamente sus síntomas hasta hacerlo casi imperceptible. De hecho, algunos niños, al llegar a la adolescencia, ya no cumplen con los criterios diagnósticos del TDAH.

La detección temprana es clave. Según el psiquiatra infantil Eduardo Barragán, “mientras más pronto se atienda el TDAH, mayores serán las oportunidades del niño para adaptarse, aprender y socializar sin barreras”. Con apoyo psicológico, terapia conductual, acompañamiento escolar y, en algunos casos, tratamiento farmacológico, el pronóstico mejora radicalmente.

No todos los niños inquietos tienen TDAH, pero hay señales que pueden alertar: dificultad para concentrarse, impulsividad, olvidos frecuentes o comportamiento disruptivo. Lo más importante es acudir con especialistas en neurodesarrollo infantil. Ellos serán quienes evalúen a profundidad y decidan el mejor camino.

Hoy más que nunca, entender el TDAH como un reto tratable y no como una etiqueta fija, es el primer paso para que miles de niños vivan su infancia con plenitud, sin que el diagnóstico limite su futuro.

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