Encuentran Sak-Bahlán, la ciudad perdida maya que la selva ocultó 300 años
Encuentran Sak-Bahlán, la ciudad perdida maya que estuvo oculta por siglos, revelando una historia de resistencia, misterio y tecnología
Encuentran Sak-Bahlán, la ciudad perdida maya, un enclave ancestral que fue abandonado en 1721 y engullido por la selva chiapaneca durante más de tres siglos. Este hallazgo es fruto del Proyecto Arqueológico Sak-Bahlán, codirigido por los doctores Brent Woodfill y Yuko Shiratori, en colaboración con expertos de universidades de Estados Unidos y Japón.
El arqueólogo Josuhé Lozada Toledo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), desarrolló un modelo predictivo basado en Sistemas de Información Geográfica (SIG) para ubicar el asentamiento. Esta técnica moderna permitió localizar la “tierra del jaguar blanco”, un lugar que había resistido ser encontrado incluso por expediciones anteriores, como la dirigida en 1999 por el historiador Jan de Vos.
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¿Qué tecnología permitió descubrir su ubicación exacta?
Lozada se basó en las crónicas del fraile Diego de Rivas de 1698, que narraban rutas y tiempos de viaje entre Sak-Bahlán y el río Lacantún. Con el software ArcGIS Pro, introdujo datos de altimetría, vegetación, cuerpos de agua y rutas históricas, lo que permitió reconstruir los caminos mayas y obtener un mapa aproximado de su localización.
Este modelo fue la guía para la expedición que finalmente confirmó evidencias arqueológicas en el sitio. El hallazgo también dio origen al documental Discovering the hidden mayan city: Sac Balam, en el que se narra la travesía del equipo de arqueólogos mexicanos Rubén Núñez Ocampo y Socorro del Pilar Jiménez Álvarez.
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¿Por qué es tan importante este descubrimiento?
Sak-Bahlán fue el último bastión de los lacandones-ch’olti’es, quienes resistieron durante 110 años después de la caída de su capital, Lacam-Tún, en 1586.
Este nuevo hallazgo arqueológico no sólo recupera la memoria de esa resistencia, sino que también abre una ventana para comprender la organización social, las rutas de comercio y las estrategias de defensa de los pueblos mayas.
Hasta el momento, el proyecto ha realizado dos temporadas de campo para mapear el sitio y excavar pozos de sondeo. Tres siglos después de su abandono, Sak-Bahlán vuelve a aparecer en los mapas, entrelazando la historia colonial, las crónicas virreinales y las posibilidades que ofrece la tecnología para redescubrir el pasado.
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