¿Sabes cómo usar tu lenguaje corporal a tu favor en cualquier momento?

Nuestra postura, gestos y hasta la forma de movernos dice mucho de nosotros, no sólo para los que saben interpretarlo sino también a la intuición del otro.

Jessica Martin
Arte y cultura
Sabes cómo usar tu lenguaje corporal a tu favor en cualquier momento

Si bien los expertos en comportamiento humano como psicólogos, psiquiatras y personas con estudios en Programación Neurolinguística, (o la ciencia de aprender la relación de las acciones con las palabras y el significado que le damos); tienen una clara noción de qué significan nuestros gestos y lo saben interpretar, lo cierto es que todos somos capaces de percibir cuando algo no cuadra desde el cerebro reptil, (es decir la parte instintiva de nosotros), que entiende ciertos gestos para desconfiar o tener una señal de alerta.

Sí, cuando dices “algo no me cuadra”, “no se siente bien”, “sabe qué me da”, es tu cerebro diciéndote que en efecto, el discurso y su cuerpo no van de la mano.

Lenguaje verbal y no verbal a la hora de exponer en el trabajo
John-francis Bourke

¿Qué es el lenguaje no verbal?

El lenguaje corporal o no verbal está compuesto por los gestos, tics, ademanes y hasta acciones prolongadas y concretas que acompañan al discurso y refuerzan o contrarrestan lo que estamos diciendo.

Es tan sencillo para explicar como cuando entendemos un sarcasmo en el que el tono versus el gesto del cuerpo, (girar los ojos o ponerlos en blanco, por decir algo), invalidan lo dicho y nos advierten de esta “broma” o signo de humor; esto, lo podemos detectar de forma más simple, pero también sabemos cuestiones más complejas como que alguien está asustado, nervioso, enojado, triste, preocupado, enamorado feliz sin palabras y para eso, requerimos cierta capacidad de observación.

¿Por qué es importante el lenguaje no verbal?

Oscar Wilde decía: “no hay segunda oportunidad para una primera impresión”, y en ello refiere a que aunque no podemos juzgar un libro por su portada, sin duda el cómo nos presentamos a nosotros mismos habla mucho más fuerte que una palabra, ya decían que la palabra convence pero el ejemplo arrastra.

Si decimos estar interesados pero bostezamos, nos sentamos “desparramados” o volteamos para todos lados, claramente daremos la impresión opuesta, por esto, tenemos que estar pendientes de cómo nos comportamos, ya sea en plan de conquista y queriendo sacar tus artes amatorias o bien en una junta importante o por ir a una entrevista de trabajo.

El cómo habla tu cuerpo te presenta a ti antes que lo que digas
Imagen, Depositphotos.

¿Cómo hacer que mi cuerpo acompañe mi discurso?


Para que tus emociones no te hagan una mala jugada, a continuación unos tips que te permitirán tomar el control de la situación y usar el lenguaje corporal a tu favor:

1. Evita tocarte la cara o estar constantemente acomodándote accesorios, el cabello, el cuello o la manga de la camisa.
2. Siéntate o párate recto sin ir muy hacia delante o abotagarte hacia atrás, puesto que inclinarte demasiado podría sentirse como agresión o invasión de espacio personal y a la inversa como que tienes flojera.
3. Cuida tus gestos faciales, levantar la ceja, ladear el rostro, entrecerrar los ojos, apretar los labios o relamerlos, hacer sonidos con la boca o fruncir la nariz se toman en general como duda, desagrado, distracción o nerviosismo dependiendo del caso.

4. Checa qué estás haciendo con tus manos, los brazos cruzados o sobre la mesa podrían entenderse de diversas formas dependiendo del interlocutor, generalmente dejarlas descansando a los costados o sentado en el reposabrazos o piernas es muestra de seguridad. Mueve las manos y has gestos que expliquen mientras hablas, (eso también hará que te dejen de ver a los ojos un rato y podrías dejar de estar tan nervioso).
5. Mesura el contacto, si no conoces a la otra persona extiende la mano da un apretón cálido y mediano en fuerza, sacude tres veces, suelta y no hagas más contacto físico a menos que estés intentando ligar o bien la otra persona te de pie.
6. Mira a los ojos y sonríe, no necesitas “enseñar los dientes” ni reírte de todo, simplemente mira a la persona y procura tener un rostro afable, esto hará que la persona esté más dispuesta a hablar, oírte o estar cerca de ti.

7. Asiente al terminar una frase y cada cierto tiempo al escuchar al otro, esto refuerza la comunicación y señala atención.

Aunque hay otros muchos trucos y tips al respecto, estos te podrían salvar de una situación engorrosa con un desconocido en trabajo o reuniones personales, además, seguro te ayuda en tu siguiente junta de trabajo.

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