¿Es patrimonio de Jalisco? La tradicional artesanía que se conserva viva en Tlaquepaque y Tonalá
Esta es una técnica centenaria que ha dado identidad artesanal a Jalisco. Te contamos cómo se elabora y por qué sigue sorprendiendo al mundo.
El vidrio soplado es una técnica artesanal que consiste en inflar vidrio fundido con la ayuda de un tubo o caña metálica, para darle forma mientras está al rojo vivo. En Jalisco, esta tradición se ha perfeccionado por generaciones, convirtiéndose en parte esencial de su identidad cultural.
Los artesanos trabajan a temperaturas superiores a los mil 200 grados centígrados para moldear piezas únicas como vasos, jarras, figuras decorativas y hasta lámparas. Este proceso requiere gran destreza y coordinación, pues el vidrio se endurece rápidamente.
TE PUEDE INTERESAR: “Llevamos agua para la Dama Juana”: la historia detrás de una frase que ocultaba tequila en tiempos de prohibición
¿En qué zonas de Jalisco se practica el vidrio soplado?
Tlaquepaque y Tonalá son los principales municipios donde aún se conserva viva esta técnica. En estos talleres, conocidos como “vidrieras”, se pueden encontrar piezas de colores brillantes, burbujas características y formas tradicionales que reflejan el estilo mexicano.
Aunque no ha sido declarado patrimonio oficial, el vidrio soplado de Jalisco es reconocido a nivel nacional e internacional como una expresión artesanal valiosa que continúa atrayendo a coleccionistas y turistas. Su permanencia representa no sólo arte, sino identidad y resistencia cultural.
TE PUEDE INTERESAR: La artesanía de Jalisco que se elabora con la planta acuática y medicinal que tiene propiedades cicatrizantes