Ese sonido característico que proviene del abdomen no siempre está relacionado con la falta de alimentos. El estómago y los intestinos se mantienen en constante movimiento como parte de su funcionamiento normal, incluso cuando la última comida fue reciente.
Durante este proceso, los músculos del sistema digestivo se contraen para desplazar líquidos, aire y restos de alimentos. Al moverse dentro del tubo digestivo, estos elementos generan vibraciones que se perciben como ruidos, conocidos médicamente como borborigmos.
¿Qué son los borborigmos y por qué ocurren sin hambre?
Los borborigmos forman parte del ciclo natural del aparato digestivo. El cuerpo activa estas contracciones para “limpiar” el intestino entre comidas, una función clave para mantener el equilibrio digestivo.
Aunque no exista hambre, el estómago continúa trabajando. La presencia de aire, líquidos digestivos o incluso el estrés puede intensificar estos sonidos y hacerlos más notorios en momentos de silencio.
¿El estrés y la ansiedad pueden provocar ruidos en el estómago?
Sí. El sistema digestivo está directamente conectado con el sistema nervioso. Situaciones de estrés, nerviosismo o ansiedad pueden alterar el ritmo de las contracciones intestinales, provocando sonidos más frecuentes o intensos, incluso sin necesidad de comer.
Por esta razón, muchas personas notan que su estómago “ruge” antes de una presentación, un examen o una situación de tensión.
¿Cuándo los ruidos del estómago pueden ser señal de alerta?
En la mayoría de los casos, estos sonidos son completamente normales. Sin embargo, si se presentan de forma constante y vienen acompañados de dolor abdominal, inflamación excesiva, diarrea o pérdida de peso, podrían indicar un problema digestivo que requiere valoración médica.
Escuchar al cuerpo y prestar atención a otros síntomas es clave para diferenciar lo normal de lo que no lo es.
Podría Interesarte: ¿Tráfico colapsado en Jalisco? Así luce la carretera Guadalajara–León HOY 14 de diciembre
