En el Estado de Milwaukee, Estados Unidos, el pasado 1 de diciembre se presentó un caso que conmocionó al mundo, luego de que un niño de 10 años matara a su madre con un disparo de arma de fuego.
El motivo del asesinato fue debido a que la mamá no le quiso comprar un juego de realidad virtual a su hijo; el menor en principio declaró que había sido un accidente, sin embargo, después admitió ante las autoridades que su madre no le quiso comprar un juego de realidad virtual y que además lo despertó muy temprano y por ello le disparo.
La confesión vino luego de que la familia del menor tuviera sospechas, pues tan solo un día después de la muerte de su mamá se compró el juego de realidad virtual que le había pedido.
Las autoridades consideran, después de las investigaciones, que el menor podría presentar la “tríada homicida”, tres variables que terminan conduciendo a una personalidad sociopática.
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Un juez niega reducir la fianza
Los hechos sucedieron en Milwaukee, un Estado en el que se permite juzgar a los menores de edad como si fuesen adultos, en el caso de la comisión de delitos graves.
Por esta razón la jueza Jane Carroll le impuso una multa de 50 mil dólares como fianza para que pueda salir libre. El menor es acusado de homicidio involuntario agravado y homicidio involuntario por imprudencia agravado.
Al no poder pagar la fianza y ser un menor de edad, su abogada solicitó la reducción del pago a solo 100 dólares, pero la jueza que encabeza el caso les negó la petición y mantuvo los 50 mil dólares como fianza.
La jueza determinó además que, en caso de pagar la fianza, el menor llevará un monitor gps que permita localizarlo, pues su comportamiento antes, durante y después del asesinato de su madre preocupa a las autoridades e incluso a la propia familia del menor de edad, de quien no se han hecho públicos sus datos porque solo tiene 10 años.
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