¿Te ha pasado que descubres una canción nueva y no puedes dejar de ponerla en loop? Tal vez no es solo que te guste mucho. Tal vez tu cerebro está buscando algo más profundo: regulación emocional, enfoque o simplemente consuelo. Cada vez más personas con diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) reportan este comportamiento como parte de su día a día. Escuchar la misma canción puede ser una especie de ancla mental, una forma de calmar el caos que muchas veces se vive en su mente.
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¿Qué tiene esa canción que no puedes soltar?
Las personas con TDAH a menudo buscan estímulos constantes. Repetir una canción puede brindar un entorno sonoro predecible que ayuda a reducir la ansiedad. Esa familiaridad también evita distracciones. En vez de prestar atención a una canción nueva —lo que implica esfuerzo cognitivo—, el cerebro elige quedarse en lo conocido.
¿Es solo gusto musical o una necesidad mental?
Aunque a muchos nos encanta repetir canciones favoritas, en quienes viven con TDAH esto puede convertirse en un ritual casi terapéutico. El ritmo, la letra o la energía emocional de cierta música puede coincidir exactamente con lo que su cuerpo necesita para funcionar, concentrarse o relajarse.
¿Escuchar en loop podría ayudarte a sobrevivir el día?
Sí. Para alguien con TDAH, repetir una canción puede ser tan esencial como el café de la mañana. Es un recurso práctico y poderoso para regular el ánimo, motivarse y mantener la atención. Así que, la próxima vez que pongas ese track número 57 en loop, tal vez no estás solo disfrutando: te estás cuidando.
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