Un hecho de los años 90’s que conmovió al mundo por lo mediático y trágico fue la muerte de la princesa Diana, quien en un 31 de agosto pero de 1997, perdió la vida en un trágico accidente automovilístico en la ciudad de París, Francia.
En el accidente en el que el vehículo se estrelló contra una columna del túnel llamado Alma, también se vieron involucrados el chofer Henri Paul y el novio de la princesa, Dodi Al Fayed, luego de que estaban siendo perseguidos por varios paparazzi.
Diana Frances Spencer tenía solo 36 años de edad cuando murió y fue princesa de Gales, además, era conocida por su sencillez, carisma y activismo, sumado al glamour que la convirtieron en una figura mediática a nivel mundial, al grado que su boda con el príncipe Carlos fue vista por 750 millones de personas.
El tratamiento que recibió Lady Di antes de morir
Mosef Dahman, médico especializado en el tratamiento contra la obesidad en ese momento estaba a cargo de urgencias en el hospital Pitié-Salpetriere, sitio en donde Lady Di fue atendida después del accidente.
El médico narró los hechos ocurridos aquella fatídica madrugada del 31 de agosto y contó que en el trayecto en ambulancia sufrió un paro cardíaco, pero el personal experto logró reanimarla.
“Estaba descansando en la sala de servicio cuando recibí una llamada de Bruno Riou, el anestesiólogo principal, diciéndome que fuera a la sala de emergencias. No me dijeron que era Lady Diana, pero que había habido un accidente grave que involucra a una mujer joven”.
Finalmente, una radiografía reveló que Diana Spencer sufría una hemorragia interna muy grave: “Su corazón no podía funcionar correctamente porque le faltaba sangre, probamos descargas eléctricas, varias veces y, como había hecho en la sala de emergencias, masaje cardíaco pero no pudimos hacer que su corazón volviera a latir”, aseguró el doctor Mosef Dahman.
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Lady Di rechazó tomar un suero cuando se encontraba grave
En la investigación sobre la muerte de Lady Di, surgió la voz de Jean-Marc Martino, quien estuvo involucrado en la investigación judicial británica para esclarecer los hechos. Aseguró que la princesa estaba demasiado agitada e incluso se arrancó el suero que le habían colocado.
“Gritaba y decía cosas en inglés que eran comprensibles pero incoherentes mientras atendían a Lady Di entre la chatarra del automóvil, estaba agitada y rechazó el tratamiento”, dijo Martino.
Luego de las investigaciones realizadas en Francia y Reino Unido, se llegó a la conclusión de que la muerte de la princesa Diana se debió al accidente y no a un complot o ataque como se estipulaba.
