Era una mañana como cualquier otra, el aroma del café llenaba la cocina mientras Ana leía una nota en su celular: “Beber café reduce el riesgo de diabetes”. Sorprendida, recordó que su abuela padeció la enfermedad y se preguntó si ese ritual matutino podría ser más poderoso de lo que imaginaba. No es imaginación: diversos estudios han demostrado que el consumo moderado de café está relacionado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Pero antes de llenar tu taza una y otra vez, es importante entender cómo funciona este efecto... y cuáles son sus límites.
Te podría interesar: ¿Cuáles son los beneficios y consecuencias de consumir café?
¿Qué tiene el café que podría protegernos?
Investigadores señalan que el café contiene polifenoles y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y mejorar la sensibilidad a la insulina. Además, la cafeína estimula el metabolismo, lo que podría contribuir a regular los niveles de glucosa en sangre. Incluso el café descafeinado ha mostrado beneficios similares.
¿Cuánto café se debe tomar para ver beneficios?
Expertos de Harvard han observado que tomar de 3 a 5 tazas al día podría disminuir el riesgo de diabetes hasta en un 23%. Sin embargo, hay que tener cuidado: agregar azúcar, jarabes o crema puede anular los efectos positivos.
¿Entonces todos deberían tomar café?
No necesariamente. Quienes sufren de ansiedad, hipertensión o problemas gástricos deben moderar su consumo o evitarlo. El café puede ser un aliado, pero no sustituye una dieta equilibrada, ejercicio ni atención médica regular.
Te podría interesar: Los alimentos que combinan mejor con tu taza de café
Productores de café buscan la recuperación económica