La zona agavera de Jalisco huele a agave azul y barricas de tequila, sí, pero también guarda tesoros minerales que han acompañado la historia humana desde antes de la conquista. En sus rocas volcánicas se encuentran materiales como la obsidiana y el ópal, piedras que no sólo sirven para embellecer, sino que son memoria viva de artesanías y usos prehispánicos.

¿Dónde se encuentra la obsidiana en la zona agavera y cuál es su historia?

La Región Valles, parte importante de la zona donde se cultiva agave y se produce tequila, forma parte del Eje Neovolcánico Mexicano, lo que ha generado abundantes depósitos de obsidiana. Esa roca volcánica se enfrió tan rápido que quedó como vidrio natural. En Jalisco se han registrado más de 25 variedades de colores de obsidiana —negro, rojo jaspeado, verde, hasta blanco— que la demanda artesanal y arqueológica ha vuelto pieza de coleccionista.

Esta piedra fue usada desde hace 10,000 años para fabricar herramientas, puntas, utensilios ceremoniales y adornos, como lo demuestran hallazgos arqueológicos en la tradición Teuchitlán.

¿Qué hay del ópalo y las artesanías modernas de Magdalena?

Muy cerca de la localidad de Magdalena, se localizan minas de ópalo y obsidiana donde los artesanos trabajan directamente la piedra para transformarla en joyería, adorno decorativo y recuerdos.

En Tequila, Jalisco, hay tiendas especializadas donde se compra obsidiana legítima y bisutería con plata, piezas que muestran no solo la habilidad artesanal actual, sino también la continuidad de técnicas antiguas de tallado, pulido y policromía.