Los pequeños comerciantes en México viven al límite. Con ventas bajas y largas jornadas laborales, aseguran que el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) los deja sin margen para sobrevivir.
Don José, propietario de una tienda de abarrotes, colocó un cartel en su negocio que refleja el sentir de muchos: “No más impuestos, que no nos bajen la cortina”.
Los comerciantes afirman que desde su creación en 2014, el IEPS no ha cumplido con su propósito de mejorar la salud pública y que hoy sólo representa una carga más.
A esta situación se suma la inseguridad. Arturo, otro afectado, denunció que su negocio ha sido víctima de asaltos y extorsiones, incluso por parte de autoridades.
Con información de Roberto Domínguez.
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