¿Qué deportistas mexicanos ya son abuelitos? La lista de figuras que hicieron historia y ahora disfrutan a sus nietos

En el deporte mexicano hemos visto a grandes figuras dejar huella en las canchas, los cuadriláteros y las pistas. Sin embargo, más allá de los triunfos y las medallas, muchos de ellos hoy atraviesan una nueva etapa que pocos imaginaban: la de ser abuelos.

Aunque sus carreras los convirtieron en referentes nacionales, algunos atletas ahora muestran un costado más familiar. Desde campeones mundiales hasta ídolos olímpicos, varios han compartido públicamente la alegría de ver crecer a la siguiente generación.

Luis Antonio Álvarez Murillo, apodado “El Abuelo”, es un destacado arquero mexicano que representó a México en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su apodo ha sido una constante en su carrera, y su legado en el deporte continúa siendo una inspiración para las nuevas generaciones.

Tomás Balcázar fue un futbolista mexicano que jugó para el Club Deportivo Guadalajara y la selección nacional. Es conocido por ser el abuelo de Javier “Chicharito” Hernández, quien también ha dejado una huella significativa en el fútbol mexicano.

Jorge Campos, conocido como “El Brody”, es una de las figuras más emblemáticas del fútbol mexicano. En una entrevista, recordó su infancia en el rancho de su abuelo en el Plan de los Amates, Acapulco, donde su abuelo se enojaba cuando los maestros no aprobaban a los niños, lo que muestra el cariño y la protección familiar que recibió desde pequeño.

Don Hermilio Pérez es el abuelo de Irving Pérez, un atleta mexicano de triatlón que ha representado a México en competencias internacionales. Su apoyo y guía han sido fundamentales en la carrera de su nieto.

Carlos de Anda Domínguez fue un destacado atleta mexicano que participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1932. Su legado en el atletismo mexicano ha sido reconocido por su nieto, quien lo recuerda con orgullo.