El talento puede moldearse, y en el caso de Adolfo Gómez, originario de Michoacán, ha dedicado gran parte de su vida a crear miniaturas y figuras de plastilina que destacan por su precisión, color y originalidad.
Aunque es mecánico dental y fisioterapista de profesión, Adolfo encontró en la plastilina su verdadera vocación.
Lo que comenzó como un pasatiempo infantil se convirtió pronto en su modo de vida. En sus primeros años, intercambiaba sus figuras por dulces o refrescos, pero con el tiempo perfeccionó su técnica hasta lograr piezas en cuestión de minutos.
Con información de: Georgina Gil
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