Una búsqueda que duró tres años llegó a un desenlace desgarrador para Laura Cabañas, una madre mexicana. Su hijo Julio César Cervantes Cabañas, un hombre de 49 años con discapacidad mental, salió por un refresco el 20 de septiembre de 2021 en Ciudad de México y jamás regresó.
Su familia lo buscó por todas partes y lo encontró de la manera que menos se imaginaron.
Su cadáver fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México y luego a la Escuela de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, donde fue utilizado para realizar prácticas médicas-académicas, sin el consentimiento familiar.
Posteriormente, lo devolvieron a la familia, tras habérsele extraído órganos, haberle dejado su interior “vaciado”, y con una piel oscurecida por el uso de reactivos químicos, indicó la madre.
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¿Qué exige la familia de Julio César Cervantes Cabañas tras el hallazgo de su cuerpo?
Este episodio ha generado indignación pública y lleva a cuestionar graves fallas institucionales: ¿quién autorizó dicha entrega sin notificar a la madre? Las autoridades del Instituto Politécnico Nacional y el Incifo aún no han aclarado responsabilidades, y la familia exige justicia y respuestas claras.
Esta tragedia destaca no solo el sufrimiento de una madre buscadora, sino también la importancia de protocolos claros y respetuosos en el manejo de restos humanos, así como la obligatoriedad de informar a los familiares antes de realizar cualquier procedimiento.
Con información de Ollinka Méndez y Rubén Mendoza
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