El mal estado de las calles en Tonalá ha impactado directamente la operación de las rutas de transporte público, afectando tanto a operadores como a usuarios. Vecinos y choferes de la zona de Arroyo de En medio, por ejemplo, señalan que los baches y la falta de mantenimiento dificultan el acceso a varias colonias, haciendo que algunas rutas sean prácticamente intransitables.
Además de los baches, los retrasos y desvíos constantes afectan la frecuencia de los servicios. Algunas unidades llegan con retrasos significativos o incluso dejan de pasar por ciertas colonias, debido a la mala condición de las calles y la inseguridad, lo que provoca incomodidad y aumenta la exposición de los pasajeros a riesgos durante sus trayectos.
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Inseguridad y vandalismo también afecta el transporte público
La inseguridad se suma al problema: los constantes ataques a unidades han puesto en riesgo la integridad de quienes utilizan el transporte público. Un ejemplo reciente ocurrió en la ruta 178, cuando pasajeros fueron agredidos con piedras. “Se escuchó que algo tronó… venía enfrente del chofer y se rompió el vidrio. Me estaba saliendo mucha sangre”, relató Esther Jiménez, una de las afectadas.
El Nuevo Periférico, donde desde diciembre de 2024 se amplió el servicio de transporte, también es motivo de temor para los choferes debido a asaltos frecuentes. Mientras tanto, las calles deterioradas —responsabilidad del gobierno municipal— no han sido prioridad, según admite el alcalde.
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