Chiles rellenos capeados: tradición que sabe a hogar y se disfruta con cada mordida
Este platillo mexicano mezcla historia, técnica y mucho sabor. ¿Ya sabes cómo se hacen los chiles capeados? Hoy Daniel Oñate se aventura a lograrlo.
Los chiles rellenos capeados no solo son un antojito típico, son parte del ADN de la cocina mexicana. En lugares como el Tianguis del Sol en Guadalajara, aprender a prepararlos es como asistir a una clase magistral de cultura gastronómica. El sabor, la textura y la tradición que encierran los hacen únicos.
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¿Cuál es el origen de los chiles rellenos capeados?
El origen se remonta a la época virreinal, cuando la cocina indígena se fusionó con ingredientes traídos de Europa. El chile poblano, cultivado desde tiempos prehispánicos, se combinó con quesos, carnes y técnicas como el capeado -bañado en clara de huevo batida-, dando como resultado este manjar.
La versión más conocida incluye chile poblano relleno de queso, carne molida o picadillo, envuelto en una nube dorada de huevo y frito a la perfección. Pero cada región de México tiene su propia versión, algunas con pasas, almendras o frutos secos.
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¿Qué es el capeado y por qué lo hace tan especial?
El capeado es una técnica donde se baten claras de huevo a punto de turrón, se mezclan con las yemas y se recubre el chile antes de freírlo. Esto le da una textura esponjosa por fuera y mantiene su relleno caliente y jugoso. El resultado es un platillo que se derrite en la boca.
En el Tianguis del Sol, cocineras expertas comparten esta tradición de generación en generación. Preparar chiles rellenos capeados no es solo una receta, es un acto de amor y cultura que sigue vivo en las mesas mexicanas.
Con información de Daniel Oñate.
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