El secreto mejor guardado: Así debes desechar las heces de tu perro
Muchos creen que solo basta con una bolsa y un bote de basura, pero la verdad es más compleja. Descubre la forma correcta, ecológica y responsable de deshacerte del excremento de tu mascota.
Sacas a tu perro a pasear y a medio camino se detiene a hacer sus necesidades. ¿Sabes qué es lo que debes de hacer? Aquí te contamos la manera correcta de hacerlo.
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¿Por qué tirar las heces de tu perro como siempre podría estar afectando al planeta?
Un domingo cualquiera, Mariana paseaba a su perro, Max, por el parque. Como siempre, recogió sus heces con una bolsita plástica y la arrojó al contenedor más cercano. Sentía que cumplía con su deber como dueña responsable. Sin embargo, lo que no sabía es que ese simple acto, repetido millones de veces al día en el mundo, causa un serio problema ambiental.
La mayoría de las personas no saben que las heces caninas no deben tirarse como cualquier basura. Además de malos olores, contienen parásitos, bacterias y nutrientes que, al llegar a ríos o suelos, contaminan de forma grave. Y si usas bolsas plásticas comunes, estás envolviendo un desecho contaminante… ¡en un material que tarda cientos de años en degradarse!
¿Cuál es la forma realmente correcta de deshacerse de las heces de tu perro?
Expertos en saneamiento urbano coinciden: lo ideal es usar bolsas biodegradables certificadas y, si tu ciudad lo permite, desecharlas en contenedores de residuos orgánicos o compostables. En algunos lugares, incluso puedes compostar las heces caninas en dispositivos especiales, diseñados para que no afecten la salud ni el ambiente.
¿Otra opción poco conocida? El inodoro. Sí, aunque parezca extraño, tirar las heces (sin bolsa) directamente al sanitario es una de las formas más seguras, ya que van a parar a plantas de tratamiento de aguas residuales.
¿Y si simplemente las dejo en la naturaleza?
¡Error común y peligroso! Dejar los desechos “para que se degraden solos” no solo es antihigiénico, sino que puede propagar enfermedades entre perros, otros animales… y humanos.
En resumen, la próxima vez que salgas con tu peludo compañero, piensa más allá de la costumbre. Un pequeño cambio puede tener un gran impacto en el medio ambiente y la salud pública.
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