¿Sabías que tus huesos alguna vez fueron tan suaves como la gelatina? En el vientre materno, el esqueleto humano comienza como cartílago, flexible y perfecto para el crecimiento del bebé.

Con el paso del tiempo, ese tejido blando se convierte en una estructura resistente que sostiene el cuerpo. Pero ¿cómo ocurre esa transformación?

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¿Qué es la osificación?

La osificación, de acuerdo con expertos en salud, es el proceso biológico mediante el cual el cartílago se endurece y se transforma en hueso gracias al calcio y otros minerales.

Este cambio inicia poco después del nacimiento y continúa hasta la adolescencia, cuando el esqueleto alcanza su desarrollo completo.

Cuando ocurre una fractura, el cuerpo crea un callo óseo, una especie de parche temporal más fuerte de lo normal. Sin embargo, con el tiempo, el hueso recupera su resistencia habitual, no se vuelve irrompible, por lo que sigue siendo vulnerable a golpes o enfermedades como la osteoporosis.

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