¡Color nuevo, vida nueva! Aprende a teñir tu ropa en casa sin fallar en el intento

Una tarde cualquiera, Ana miró su blusa blanca desteñida y pensó: “¿Y si la vuelvo negra?” Así comenzó su experimento casero. Tenía miedo de arruinarla, pero también muchas ganas de darle una segunda vida. Como muchos, no tenía tintes profesionales ni experiencia, solo ganas y curiosidad. Con unos guantes, una olla grande y colorante natural de su despensa, comenzó su aventura.

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No necesitas ser experta ni gastar mucho. Solo busca una prenda de algodón o lino (las fibras naturales absorben mejor el color), una olla grande, agua caliente, sal, vinagre y colorante (puede ser vegetal o comercial). Si optas por lo natural, col morada para tonos púrpura, cúrcuma para amarillos o café para marrones son tus mejores aliados.

Hierve agua suficiente para cubrir la prenda, añade una cucharada de sal (fija el color), una taza del tinte elegido y sumerge la ropa previamente húmeda. Revuelve constantemente durante 30 a 45 minutos. Apaga el fuego y deja reposar una hora. Después, enjuaga con agua fría y unas gotas de vinagre. El resultado te sorprenderá.

Lava la prenda por separado durante las primeras lavadas y sécala a la sombra. Evita cloro o detergentes agresivos. Si el color se desvanece, ¡no importa! Puedes repetir el proceso y crear tu propio estilo deslavado.

Teñir ropa en casa no solo es divertido, también es una forma de renovar tu clóset con creatividad y conciencia. ¿Te animas a probarlo hoy?

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