En Ocotlán, Jalisco, uno de sus monumentos históricos también guarda una historia de apariciones y susurros nocturnos. El Puente de San Andrés, construido en 1867, es escenario de una leyenda que mezcla tránsito, memoria y misterio... pues se dice que un niño fue “emparedado” en una de sus columnas durante su construcción. Pero...¿por qué?

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¿Qué se dice sobre el llanto que se escucha en el puente?

La tradición oral local cuenta que quienes cruzan el puente en la oscuridad han oído el llanto de un niño pequeño. Esta versión aparece registrada dentro de las narraciones de fantasmas de la región, donde el Puente de San Andrés se menciona como un lugar donde el tiempo y las voces parecen detenerse.

Según el relato popular, durante la construcción o reconstrucción del puente, un capataz hizo un pacto con el diablo para terminar la obra a tiempo. A cambio, el diablo reclamaría el alma de la primera persona que cruzara la estructura. El capataz, por desgracia, permitió que su propio hijo cruzara primero, lo que resultó en la muerte del pequeño.

Otras versiones dicen que el niño simplemente les avisó del peligro del agua.

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