El dulce engaño: el reto de aprender a consumir los sustitutos del azúcar con seguridad

Los sustitutos del azúcar pueden ser aliados en la dieta si se usan con moderación y conocimiento.

Cómo usar los edulcorantes de forma segura y sin riesgos para la salud
|CRÉDITO: PEXELS
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Cada vez más personas optan por productos “sin azúcar” que mantienen un sabor dulce gracias a los edulcorantes. Pero su consumo, aunque aprobado por organismos internacionales, requiere precaución.

Monserrat Rodríguez León, directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), explica que existen edulcorantes naturales y artificiales, divididos en calóricos y no calóricos, y que cada uno tiene límites de ingesta seguros.

Entre los más comunes se encuentran el sorbitol, manitol y xilitol (calóricos), además del aspartame, sucralosa, sacarina, acesulfame K y estevia (no calóricos).

Su función es reducir el consumo de azúcar y calorías, mejorar el control de peso y prevenir caries o picos de glucosa en personas con diabetes. Sin embargo, su abuso puede provocar efectos secundarios como gases, diarrea o distensión abdominal, especialmente al consumir altos niveles de sorbitol o manitol.

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¿Son realmente seguros los edulcorantes que usas a diario?

La especialista advierte que, aunque la FDA aprueba su uso, se deben respetar las dosis recomendadas. En embarazadas, su uso debe ser moderado y acompañado de una alimentación más natural.

Para perder peso, los edulcorantes son útiles a corto plazo, pero a largo plazo conviene reeducar el paladar para disminuir la preferencia por el sabor dulce.. En resumen, los edulcorantes son seguros si se usan con responsabilidad, pero el equilibrio y la moderación siguen siendo la clave de una dieta saludable.

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